whiscola

"¿Para qué sirven los hijos?" - Jaime Barylko
"Depilación definitiva" - Dr. Schualzon
"Dios existe; Yo me lo encontré" - André Frossard
"El poder curador del agua caliente" - Dr. Patrick Horay
"¡Me he enamorado de un hombre separado!" - Robyn Todd
"Cómo ganar amigos e influir sobre las personas" - Dale Carnegie
"Yo quiero ser modelo" - Raquel Satragno

Busqué y busqué, pero no hubo caso. Ni un sólo libro en toda la feria de autoayuda para los dueños de blogs. Para ayuda menos auto, leer a mi vecina Paula

Se va por seis meses a vivir afuera. "Ropa, algunos CD, libros... y mi cafetera", dijo.
¿cómo no me va a gustar?

Finalmente volví a tener un día libre. Iba a ir a la feria del libro pero me fui al supermercado. La Cindor volvió a aumentar.

Esto de laburar todos los días me está matando.

La razón por la cual no comento comentarios es la misma por la cual no pongo fotos.

En la foto, ¿Axel Blumberg se parece mucho a Jim Carrey o es idea mía nomás?

No me pasó absolutamente nada extraño, nada bueno ni nada malo. Sin embargo, hace tiempo que no estaba tan contento (quizás debiera decir «tranquilo» o «calmo»). Juro que no tengo la menor idea del motivo. Mejor; no quiero saberlo.

"Vos sos una idishe mame, vieja. Seguro que la enfermera de turno se confundió y en lugar de ponerte en la cunita que decía «Finkelstein», te puso en la que decía «Pereyra»".
Hace años que elaboré esa teoría para explicar(me) casi todos los comportamientos de mi madre.
Cansado de mi mutismo ante su rutinario "¿novedades? ¿te enamoraste? ¿te sentís bien?" telefónico, la semana pasada decidí recomendarle "El abrazo partido".
- Ah no, me tienen harta las películas del holocausto.
- Es una comedia.
- ¿A vos te gustó? (al menos no me dice "nene")
- Sí, está bien para pasar el rato.

Ayer por la noche:
- (suspiro) No puedo más...estoy angustiada...
- ¿Ahora qué te pasa, vieja?
- Vos pensás eso de mí, ¿no?
- ¿Eso? ¿De qué me estás hablando?
- De la puta esa.
- ¡¿Eh?!
- Sí, encima de puta, mentirosa.
- ¿...?
- Claro, vos pensás que yo soy como ella, que quiero usarte para mi provecho, que no te doy tu libertad, que te miento y ¡encima también pensás que soy una puta...! ¡Bien sabés que jamás! Ay, ay... yo no te crié así, no entiendo dónde fallé, vos, tus hermanos y ese señor se llevaron los mejores años de mi vida, ¿cómo podés hacerme algo así? Vos querés matarme, eso es, claro (etc...etc...).

En fin. Soy un afortunado. Al menos no me hicieron la circuncisión.

Me costó años lograr silenciar el sentimiento de culpa (sigue allí, sólo que aprendí a no darle bola), pero había logrado disfrutar de perder el tiempo sin remordimientos. Pero me jode no escribir nada durante tantos días.